Requisitos. En el punto 2.3. de la convocatoria para la plaza de
director de La Fe se mantiene la obligatoriedad de «ostentar la
condición de personal estatutario con plaza en propiedad en los
Servicios de Salud, o de funcionario/a de carrera del grupo A, regulado
por Ley 10/2010, de 9 de julio de la Generalitat, de Ordenación y
Gestión de la Función Pública Valenciana». Sin embargo, acto seguido se
abre la puerta a que entren personas ajenas a la Administración
valenciana: «No obstante, podrá participar también simultáneamente
personal ajeno a la administración que cumpla con los requisitos
anteriormente enunciados».
La cláusula modificada permite optar a puestos directivos a quienes no son funcionarios de la Generalitat Valenciana
Supone el primer concurso que convoca Sanidad para ser director
El actual gerente, ya destituido, espera a que acabe la oposición
La nueva consellera de Sanidad Universal del Gobierno valenciano, Carmen
Montón, que suma al cargo el de miembro de la Ejecutiva Federal del
PSOE, ha diseñado un procedimiento extraordinario para que su compañera
Mónica Almiñana Riqué, senadora catalana por el PSC, pueda ser nombrada
gerente del hospital La Fe de Valencia, el mayor y más moderno hospital
público de la Comunidad Valenciana.
La designación de Almiñana ya se hizo pública el jueves pasado, junto a
la de otros directivos para una decena de hospitales. Se trata de un
cargo de confianza que habitualmente suele ser sustituido cuando hay un
cambio de gobierno o, incluso, cuando hay un cambio de titular en la
cartera. Su nombre fue anunciado incluso en una nota pública de la
Generalitat.
Sin embargo, la consellera Montón se ha topado por la legislación
administrativa, que hace imposible contratar para esos puestos a los
aspirantes si no son funcionarios con plaza en propiedad, es decir,
obtenida mediante oposición.
La lógica dictaría que el nombramiento se retirara. Pero no es lo que ha
sucedido. El Diario Oficial de la Generalitat publicó ayer la
convocatoria de esa plaza, la de gerente de La Fe -para ninguna de las
otras gerencias que se anunciaron se empleará este procedimiento- ,
mediante un concurso oposición en el que se incluye una excepción legal
que, aparentemente, permitiría a Mónica Almiñana acceder al puesto de
manera «legal».
Curiosamente, la convocatoria pública para la provisión de la plaza de
gerente del hospital premia las características en las que el currículum
de Almiñana puede destacar. La más importante, el que le permir eludir
el requisito de «ostentar la condición de personal estatutario con plaza
en propiedad en los Servicios de Salud, o de funcionario/a de carrera
del grupo A».
De manera excepcional, se establece, literalmente, que «podrá participar
también simultáneamente personal ajeno a la administración», con lo que
la senadora Almiñana no tendría obstáculo para obtener la plaza de alta
dirección que le ofrece generosamente su compañera de partido.
Mónica Alminaña ejercía como portavoz de la Comisión de Sanidad y
Servicios Sociales en el Senado por el grupo de l'Entesa pel Progrés.
Cuando el pasado jueves se conoció su elección se generó una enorme
conmoción entre los profesionales, que no entendían que no se hubiera
escogido a alguien del propio sistema valenciano de salud para el
puesto.
La Generalitat, para aplacar las críticas, apeló a la valía profesional y
de gestión de la elegida. La que aspira a ser gerente de La Fe es
militante del PSC desde 2004. Dos años más tarde, fue nombrada jefa de
gabinete de la consellera de Bienestar del Gobierno catalán, Carme
Figueras. Posteriormente en 2011 obtuvo acta de concejal en el
Ayuntamiento de Sitges y con posterioridad se incorporó al Senado.
La aspirante es licenciada en Medicina y está especializada en gestión
sanitaria y en desarrollo de políticas públicas en materia de sanidad y
política social. También especialista en Medicina Familiar y
Comunitaria, Máster en Dirección de Instituciones Sanitarias por la UAB y
en Economía de la Salud y del Medicamento por la Universitat Pompeu
Fabra y Postgrado en Dirección de Servicios de Salud por ESADE. Ha sido
consejera delegada del Consorci Sanitari Integral en Catsalut y Gerente
de área del Servicio Catalán de Salud.
Desde Sanidad se justificó el modelo utilizado en la oposición «porque
es la fórmula que se usa cuando se pretende contratar a un trabajador
que no tienen plaza». Una situación que no es nueva pero que se aplica
en situaciones excepcionales, «como el caso en 2012 de un directivo del
Hospital de Xàtiva que no tenía plaza en propiedad». Las mismas fuentes
sanitarias aseguraron que es la única forma de contratar a este tipo de
trabajadores, aunque lo grave de la situación actual es que primero se
anunció que la senadora catalana sería la nueva gerente de La Fe y
varios días después se convocó el concurso oposición para que pueda
obtener su puesto. O lo que es lo mismo, Almiñana fue nombrada antes de
que haya pasado la oposición. De forma que la oposición no es más que
una pantomima
La contrariedad por el patinazo administrativo ha obligado a prorrogar
el cargo del actual director de La Fe, Melchor Hoyos, quien ya se daba
por destituido hace una semana y ya se había desvinculado del nuevo
equipo. Incluso Hoyos envió un mensaje a los más de 7.000 empleados de
su departamento para explicar su marcha.
En la propia red interna del centro se ha vuelto a incluir a Hoyos al
frente del organigrama hasta que acabe el proceso para resolver la plaza
de director gerente. Cualquiera que aspire al puesto tiene 20 días para
presentarse. Mónica Almiñana, también.
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